Deformidad tras una fractura de dedo
Las fracturas de los dedos en los niños son lesiones comunes debido a su alta actividad física y susceptibilidad a accidentes. Los huesos de los niños aún están en desarrollo, y tienen zonas de crecimiento (fisis) que son áreas de cartílago más frágiles que el hueso. Esto significa que las fracturas en los niños pueden afectar áreas importantes para su crecimiento y función futura.
Tipos Comunes de Fracturas en Dedos de Niños:
- Fracturas de falanges: Son las más comunes y pueden ser simples (como las transversales) o más complejas (como las anguladas o desplazadas).
- Fracturas por avulsión: Ocurren cuando un ligamento o tendón tira de un fragmento óseo en la falange.
- Fracturas fisarias: Involucran la placa de crecimiento y son especialmente importantes porque pueden alterar el desarrollo del hueso.
Complicaciones de un Mal Manejo:
Un mal manejo o una falta de tratamiento adecuado pueden llevar a varias complicaciones, tales como:
- Deformidades: Si la fractura afecta la placa de crecimiento y no se trata correctamente, puede causar deformidades en el dedo debido a un crecimiento irregular del hueso.
- Limitación de la movilidad: Un manejo inadecuado puede resultar en rigidez, pérdida de movimiento o fuerza en el dedo afectado.
- Infecciones: Si la fractura es abierta (expuesta), existe riesgo de infección en el hueso (osteomielitis), que puede complicar la recuperación.
- Consolidación anómala: Esto ocurre cuando el hueso no se une correctamente, ya sea por falta de alineación o por un tratamiento insuficiente. Puede llevar a un dedo en “mal posición” o con limitaciones funcionales.
- Artritis temprana: Las fracturas que afectan las articulaciones de los dedos pueden derivar en artritis prematura, que causa dolor y rigidez a largo plazo.
Importancia de la Intervención por Traumatología Infantil:
El tratamiento de fracturas en niños requiere una intervención especializada en traumatología infantil debido a la delicadeza y particularidades del esqueleto en crecimiento. Los traumatólogos pediátricos poseen el conocimiento y la experiencia para evaluar correctamente la gravedad de la fractura, elegir la técnica de inmovilización adecuada y, en caso necesario, realizar intervenciones quirúrgicas mínimamente invasivas que favorezcan una recuperación completa. Además, los especialistas pueden identificar factores de riesgo que podrían afectar el desarrollo óseo y prevenir posibles complicaciones.
En resumen, el manejo adecuado de las fracturas de dedos en niños es esencial para evitar problemas a largo plazo que afecten la funcionalidad y el desarrollo adecuado del esqueleto.

Radiografía de fractura en niño de 2 años de edad, y tras un més de la lesión.

Deformidad que presentaba a los 6 años de la lesión y aspecto final posterior a la cirugía de reconstrucción.