Genu valgo, ¿Qué es?

El genu valgo infantil, comúnmente conocido como “piernas en X”, es una condición ortopédica en la que las rodillas se tocan entre sí mientras los tobillos permanecen separados cuando el niño está de pie con las piernas rectas. Esta condición es bastante frecuente en la infancia y, en la mayoría de los casos, forma parte del desarrollo normal del sistema musculoesquelético. A continuación, abordaremos sus causas, diagnóstico, tratamiento y cuándo puede representar un problema que requiera intervención médica.

¿Qué es el genu valgo infantil?

El genu valgo es una alineación anormal de las piernas donde el eje mecánico de las extremidades inferiores presenta un ángulo hacia adentro. Es común observar esta condición entre los 2 y 5 años de edad como parte del crecimiento normal. Generalmente, esta alineación tiende a corregirse de forma espontánea alrededor de los 7 años.

Causas del genu valgo infantil

El genu valgo puede ser:

  1. Fisiológico: La causa más común. Forma parte del desarrollo normal de los huesos y las articulaciones.
  2. Patológico: Puede estar asociado a condiciones como:
  • Raquitismo (deficiencia de vitamina D)

El raquitismo puede causar tanto genu varo como genu valgo, dependiendo de la edad de aparición, la gravedad de la enfermedad y el momento en el que ocurre el cierre de las placas de crecimiento en los huesos largos.

  1. Genu varo (piernas arqueadas): Es más común en el raquitismo temprano, cuando la enfermedad afecta a niños más pequeños, generalmente menores de 2 años. Esto ocurre porque el peso del cuerpo ejerce presión sobre los huesos blandos y no mineralizados, causando una curvatura hacia afuera de las piernas.
  2. Genu valgo (piernas en X): Tiende a desarrollarse en etapas más tardías de la infancia, cuando la enfermedad ocurre después de los 2 años y afecta la alineación de las rodillas, provocando que las piernas adopten una forma en “X”.

En resumen:

  • Raquitismo temprano: Genu varo.
  • Raquitismo tardío: Genu valgo.

El tratamiento adecuado del raquitismo, que incluye suplementación de vitamina D, calcio y fósforo, puede corregir o prevenir estas deformidades si se detecta a tiempo.

  • Obesidad infantil
  • Enfermedades metabólicas óseas
  • Traumatismos previos en las piernas
  • Alteraciones genéticas o congénitas

Diagnóstico del genu valgo infantil

El diagnóstico suele ser clínico y se realiza mediante un examen físico. El especialista evalúa:

  • El ángulo de las rodillas
  • La distancia entre los tobillos cuando las rodillas están juntas
  • La marcha del niño
  • El historial médico y familiar

En algunos casos, puede solicitarse una radiografía de las piernas para medir con precisión el ángulo de deformidad y descartar causas patológicas.

¿Cuándo preocuparse?

El genu valgo infantil suele corregirse espontáneamente, pero es necesario consultar al especialista si:

  • La alineación no mejora después de los 7 años.
  • El ángulo de las piernas es muy pronunciado.
  • Existe asimetría entre ambas piernas.
  • El niño presenta dolor constante o dificultad para caminar.

 

Tratamiento: 

El genu valgo infantil, cuando persiste más allá de la edad esperada para su corrección natural o es de origen patológico, puede requerir intervenciones específicas para prevenir complicaciones a largo plazo, como dolor crónico, desgaste articular precoz o alteraciones en la marcha. A continuación, se detallan las opciones de tratamiento con un énfasis especial en el manejo quirúrgico, dado que las órtesis han quedado en gran medida en desuso debido a su escasa efectividad en estos casos.

  1. Tratamiento no quirúrgico

El tratamiento conservador sigue siendo la primera línea de manejo para el genu valgo infantil leve o fisiológico. Incluye:

  • Control del peso corporal: La obesidad puede exacerbar el genu valgo debido al aumento de la carga sobre las rodillas.
  • Ejercicio físico y fortalecimiento muscular: Actividades que fortalezcan los músculos estabilizadores de las rodillas y mejoren la alineación, como ejercicios específicos de cuádriceps, isquiotibiales y glúteos.
  • Corrección de déficits nutricionales: Suplementación con vitamina D y calcio si hay evidencia de raquitismo u otras alteraciones metabólicas.

Las órtesis: ¿por qué ya no se utilizan?

En el pasado, se recomendaban férulas, plantillas ortopédicas y dispositivos correctores nocturnos para guiar el crecimiento y corregir la alineación de las piernas. Sin embargo, los estudios más recientes han demostrado que su efectividad en el genu valgo fisiológico es mínima o nula, especialmente después de los 5-6 años cuando la remodelación ósea natural está más avanzada. Por ello, su uso ha quedado en gran medida en desuso en el manejo moderno del genu valgo.

  1. Tratamiento quirúrgico

El tratamiento quirúrgico se reserva para casos donde:

  • La deformidad es grave o progresiva.
  • Persiste después de los 7-10 años de edad.
  • Existe asimetría significativa entre las piernas.
  • El genu valgo es de origen patológico.
  • Hay dolor crónico o afectación funcional en la marcha.

Opciones quirúrgicas más comunes:

  1. a) Hemiepifisiodesis (cirugía guiada del crecimiento)
  • Procedimiento: Se colocan placas en forma de 8 (placas de tensión) o tornillos en la placa de crecimiento en el lado interno de la rodilla para frenar temporalmente el crecimiento en esa zona.
  • Mecanismo: A medida que el niño crece, el lado no intervenido continúa desarrollándose, lo que permite una corrección progresiva del ángulo.
  • Ventaja: Es un procedimiento mínimamente invasivo, con una recuperación relativamente rápida.
  • Indicación: Deformidades moderadas en niños con crecimiento residual significativo (usualmente entre los 7 y 12 años).
  1. b) Osteotomía correctiva
  • Procedimiento: Se realiza un corte quirúrgico en el hueso (fémur distal o tibia proximal) para realinear mecánicamente la extremidad.
  • Fijación: El hueso se estabiliza con placas, tornillos o fijadores externos.
  • Ventaja: Es más efectiva en casos de deformidades graves o cuando el crecimiento óseo ya ha finalizado.
  • Indicación: Genu valgo severo, asimétrico o en adolescentes con poca o nula capacidad de crecimiento restante.
  1. c) Epifisiodesis permanente
  • Procedimiento: Se detiene el crecimiento de forma permanente en una parte de la placa de crecimiento.
  • Indicación: Se utiliza en casos seleccionados cuando el crecimiento del niño está cerca de completarse y la deformidad aún no ha sido corregida.
  1. Recuperación postoperatoria
  • Rehabilitación física: La fisioterapia postoperatoria es crucial para recuperar fuerza muscular, flexibilidad y una marcha adecuada.
  • Monitoreo radiográfico: Se requieren controles periódicos para evaluar el progreso de la corrección.
  • Actividad física controlada: Se recomienda evitar deportes de impacto hasta la completa recuperación.
  1. Elección del tratamiento adecuado

La decisión entre hemiepifisiodesis, osteotomía o epifisiodesis permanente dependerá de factores como:

  • Edad del paciente
  • Grado de deformidad
  • Causa subyacente del genu valgo
  • Capacidad de crecimiento residual

En general:

  • Niños con crecimiento activo: Hemiepifisiodesis.
  • Adolescentes con poco crecimiento restante: Osteotomía.

Conclusión

El manejo del genu valgo infantil debe basarse en una evaluación detallada y un enfoque individualizado. Mientras que la mayoría de los casos fisiológicos no requieren intervención, los casos patológicos o graves pueden beneficiarse de un tratamiento quirúrgico temprano para evitar complicaciones a largo plazo. La colaboración entre ortopedistas pediátricos, fisioterapeutas y pediatras es esencial para garantizar un desarrollo musculoesquelético adecuado en el niño.

Genu valgo bilateral tras correción con cirugía.

Paciente pediátrico con Genu valgo.