Pie plano, ¿Qué es?

El pie plano en los niños es una afección común caracterizada por la ausencia o disminución del arco plantar. En la mayoría de los casos, es una condición fisiológica y transitoria que se resuelve con el crecimiento. Sin embargo, en ciertas ocasiones, el pie plano puede persistir o asociarse a dolor, limitaciones funcionales o deformidades progresivas, lo que requiere una valoración especializada.

El traumatólogo infantil desempeña un papel crucial en la identificación de los tipos de pie plano que pueden necesitar tratamiento. La evaluación inicial por parte de este especialista incluye:

  1. Historia clínica detallada: Se investiga la presencia de síntomas como dolor, fatiga al caminar, limitación en actividades físicas o antecedentes familiares de deformidades del pie.
  2. Examen físico: Este incluye la observación de la marcha, el alineamiento de los pies y la exploración de la movilidad articular.
  3. Pruebas específicas: Se utilizan maniobras para diferenciar entre el pie plano flexible (más común y generalmente benigno) y el pie plano rígido (asociado a alteraciones estructurales, como coaliciones tarsales o deformidades neuromusculares).
  4. Estudios de imagen: En algunos casos, se solicitan radiografías o estudios avanzados para evaluar la estructura ósea y las posibles anomalías asociadas.

La intervención temprana por un especialista puede prevenir complicaciones y orientar al tratamiento adecuado, especialmente en casos de pie plano sintomático o progresivo.

¿Cuándo es Necesaria la Cirugía?

En la mayoría de los niños, el pie plano no requiere intervención quirúrgica, ya que es una condición fisiológica que mejora con el tiempo. Sin embargo, hay situaciones específicas en las que la cirugía se convierte en una opción necesaria:

  1. Dolor persistente: Cuando el dolor limita las actividades diarias y no mejora con medidas conservadoras, como plantillas ortopédicas, fisioterapia o calzado adecuado.
  2. Deformidad progresiva: En casos de pie plano rígido, donde hay una alteración estructural evidente, como la coalición tarsal (fusión anómala de huesos del pie).
  3. Falta de respuesta a tratamientos conservadores: Si el niño no muestra mejoría después de un tratamiento adecuado y prolongado.
  4. Limitación funcional severa: Cuando la movilidad del pie y la marcha se ven significativamente afectadas.

Procedimientos Quirúrgicos Comunes

El tipo de cirugía depende de la causa y la gravedad del pie plano. Algunas intervenciones incluyen:

  • Artrodesis subtalar o triple: Indicada en casos severos de deformidad rígida.
  • Corrección de coaliciones tarsales: Para eliminar la fusión ósea anómala.
  • Osteotomías: Modificaciones quirúrgicas de los huesos para restaurar el arco plantar.
  • Implantes de sostén del arco (artrorrisis): Utilizados en pies planos flexibles seleccionados para corregir la alineación.

Conclusión

El pie plano en niños puede variar desde una condición benigna hasta una problemática funcional que requiere intervención. La valoración oportuna por un traumatólogo infantil es esencial para distinguir los casos que necesitan manejo conservador de aquellos que podrían beneficiarse de una cirugía. La intervención adecuada no solo mejora la calidad de vida del niño, sino que también previene complicaciones futuras.

Pie plano valgo valorado en el podoscopio.

Este paciente además de la huella plantar ensanchada característica del pie plano observamos el aumento del valgo del talón.